No somos robots sino personas de carne y hueso y por supuesto con emociones y sentimientos. En el fondo todos queremos sentirnos bien en nuestra propia piel y relacionarnos con los demás de forma positiva y saludable. Para ello hace falta indagar en nuestro interior. Si quieres tomar consciencia de tus bloqueos y limitaciones te propongo que te hagas estas preguntas:
¿Cómo está tu amor propio? ¿Crees en tu propia valÃa y te quieres y respetas a ti mismo?
Si te has dado cuenta de que no te atreves a compartir tu opinión o decir que no por miedo a que no te acepten puedes entrenar tu asertividad con pequeños ejercicios.
Si crees que siempre debes poner buena cara y estar alegre, la próxima vez que te preocupe algo prueba a confiar en una persona cercana y comparte cómo te sientes.
Puede que hayas aprendido a ser autosuficiente y no depender de nadie. Entonces prueba a pedir ayuda a alguien.
Relacionado con el punto anterior es posible que pienses que si no lo haces tú nadie lo hará o no quedará bien hecho. Suprime tu impulso de controlarlo todo y muestra confianza a otro dejándole hacer algo a su manera.
No puedo cubrir aquà todos los posibles casos y situaciones. Pero pretendo que reflexiones cómo te puedes liberar de esas cadenas que limitan tu crecimiento personal, socavan tu autoestima y pueden perjudicar tus relaciones interpersonales.